9.8.03

Barbacoa africana

Del modo siguiente asan los hotentotes sus carnes y en especial la trompa y pies de los elefantes, siendo estos últimos el bocado más delicioso del mundo, según aseguran los que lo han probado.
Se abre en la tierra un hoyo de tres o cuatro pies en cuadro, según el tamaño del animal que se ha de cocer, y llenándose de lumbre se mantiene una grande hoguera por algunas horas hasta que el hornillo esté bastante caldeado. Entonces se limpia de las brasas y ceniza, y metiendo en él el venado, carnero, ternera, cordero, cabrito, etcétera, se cubre con rescoldo, echando encima toda la lumbre, sobre la cual se pone leña seca, manteniendo este fuego hasta la mañana siguiente, en que sacándose el asado, puede comerse inmediatamente.

Tomado del libro ya mencionado.

JM
Por segunda vez

Acabo de ver, por segunda vez, Bowling for Columbine. Debo decir que es lo más sensato que he visto de un americano en... mmm... quizá toda mi vida? Sé que es una exageración, pero la película la merece, no creen?

Quien no la ha visto, por favor corra a verla, en este preciso momento.

JM
y en la mañana, yo preparo los tamales

Lavado bien el nixtamal o nixcome, se enjuga con una servilleta o paño, se muele y se cierne bien; se le echan luego nueve onzas y media de azúcar, una libra de manteca y la sal correspondiente, agua tibia y anís. Se bate bien todo, y poniendo la masa envuelta en hojas de maíz, quedan formados los tamales.
En una olla proporcionada se echa una poca de agua y más arriba de ella se forma un tapextle o tabladito, donde se pondrán dichos tamales sin que se mojen para que se cuezan con el vapor del agua, tapándose la olla con un ayate y un plato encima.
De la misma suerte se hacen los tamales de chile y especia, con la sola diferencia de suprimir el azúcar y el anís.

8.8.03

Próximamente el
TRATADO OCTAVO
De los cocidos sin el contacto del fuego, con sólo el vapor del agua o de la tierra.

Este modo de cocer la carne, que se suela llamar barbacoa, está en uso en todas la naciones salvajes, y al paso que por su sencillez y poco artificio, indica cuando aquéllas distan de la civilización, que a fuerza de apurar el gusto lo han depravado en algunas cosas, deja las carnes y masas con más jugos, y por consiguientes, más sabrosas y de más sustancia.
Así disponen los hotentotes en el África sus sabrosísimas rebanadas de trompas y pies de elefantes; así cuece su pescado el habitante de Nueva Zelanda y sus carnes, en especial la de perro, y sus frutas el otahitino en las islas del Mar del Sur, y así finalmente da cocimiento a sus delicados tamales el americano del Septentrión, con los que vamos a dar principio este tratado.

Del mismo libro anterior.

JM
Me impresiono

Cuando no escribo no escribo, pero cuando me pongo a escribir, no hay quien me detenga, ¿verdad?

JM
Sobre lo anterior

Espero en buena lid, que pronto pirateen a un tal Alberto Chimal o tolkien o Bef, o E. Robleda o aun mismísimo José Hipólito, claro siempre y cuando las ganancias lleguen un poco a los autores.

JM
Piratería mexicana

Los alcances de la piratería mexicana no tienen límites. Hace unas semanas, una de las jefas del trabajo, y yo estábamos como locos tratando de conseguir el último tomo de Harry Potter, el cual estab agotado en todas partes de esta ciudad. Fue hasta el 25 de julio en que logramos encontrarlo en la American Book Store que está en la calle de Bolívar en el centro.

Pero eso no es lo interesante de este post, sino que hoy por la mañana, frente al trabajo, Brasil, col. Centro, un camión estaba descargando cajas y cajas de libros... adivinen... tomos de Harry Potter a un precio de 70 pesos o algo así. Tal como lo oyen, y la semana pasada encontré un tomo del mismo volumen a 150 pesos, cabe decir que mi jefa Argentina y yo lo compramos en 400 pesos cada uno.

No sé qué decir. Me da gusto que un libro se convierta en un producto digno de la piratería, pues sólo aquello que se vende se convierte en pirateable, pero da un poco de pena que la piratería mexicana no respete nada. Aunque es impresionante la rapidez con que el mexicano trabaja fuera de la ley.

Insisto, como lo he hecho tantas veces, México es un país que si no existiera no existiría. Demasiado absurdo tal vez.

JM
Airosa queja blogiga

Quéjome de que el buen Bef y el duque de Monroy, no se han dignado a escribir nada últimamente, pero qué se han creído?

JM
Otra interesante cosa

El Zoológico de Chapultepec cumple 80 años.
Más de comida

Continuando con la ola culinaria que nos ha agarrado de este lado de los bytes, hago referencia a algunas notas que aparecieron el día de hoy en el periódico Reforma, en la sección G, La buena Mesa!:

Personajes y sus platillos

Según el artículo del Reforma, el restaurante san Ángel Inn, ha conocido entre sus comensales a personalidades que hicieron un fuerte lazo con los platillos de la comida mexicana tradicional. Ejemplos son:

Robert Kennedy cataloga la sopa azteca como su favorita.
Brigitte Bardot amaba la salsa oscura del pollo en mole
Adolfo López Mateos solía acompañar sus comidas con chiles serranos frescos

La mano con costumbres extrañas

Como comentaba en un post anterior, Deíctico nos echó una mano con la tina de Bahamut, pero digamos que de pronto se lo tomó muy literal. Estábamos a punto de lograr pasar la graaaan tina de Bahamut, por el portal y mudarla a la nueva casa del blog, pero justo cuando estábamos a la mitad de dicha operación, Deíctico se dió media vuelta y se fue.

Incannus le grito furioso, entre los esfuerzos por mantener su posición. JM le pidió que se quedara, que nos echara una mano. A lo cual Deíctico, con su infinita practicidad [?], volteó, se arrancó una aleta y la lanzó directamente al hocico de Bahamut. Éste, encolerizado y lleno de rabia, comenzó a escupir fuego y llamas y humo y más fuego y más llamas y más humo; hasta que todo estuvo oscuro como de noche.

Cuando los vientos hicieron el trabajo de disiparlo todo, descubrimos que la mano-aleeta que dejó Deíctico, quería ahorcar a Incannus. Hemos decidido que, por el momento, la mantendremos en un frasco hasta que el dueño aparezca. en las últimas horas, ha expresado por medios indecifrables [?] un anhelante deseo por escribir... con que no sea poeta...

JM y los demás

7.8.03

Caldo de enfermo

Con sólo la carne de carnero o gallina, arroz y garbanzos, se hace este caldo, no mezclando nada de especias. Podrá hacerse de vaca, pollos, etcétera, echando a cocer en él lechugas u otras hortalizas y hierbas, según prescriba el facultativo.


Caldo de carne que sirve para todas las sopas, y los franceses llaman caldo gordo

Se toman desde dos hasta seis libras de vaca que se echan en una olla con cuatro cuartillos de agua para cada libra de carne, poniéndola a un fuego suave que se irá aumentando poco a poco para extraer todas las partes sanguinolentas que se designan con el nombre de espuma. Esta se irá quitando a medida que aparezca en la superficie hasta que no quede nada. Se deja después sobre un fuego igual y moderado a lo menos por ocho horas consecutivas. Cuando sólo hayan pasado cuatro, se echan en la olla tres zanahorias medianas, tres nabos y cuatro puerros, partido todo por la mitad, un manojito de perejil, más o menos grande, una cebolla cabezona, en la que se habrán prendido dos o tres clavos de especia y sal en suficiente cantidad. Con agua caliente que se tendrá a mano, se compensará la que se evapore. Si a todo esto se añade un ave entera o, lo que es lo mismo, media gallina grande, el menudillo de un guajolote o huesos de carnero asado, se obtendrá por este procedimiento, tan sencillo y fácil de ejecutar, todo lo que hay mejor en un caldo gordo.


Huevos enormes

Se parte una docena de huevos, más o menos, según el volumen que se quiera dar al resultado de esta operación. Al partirlos se separan las claras de las yemas, como cuando se van a batir, y en una vejiga bien lavada y limpia, cuya capacidad pueda contener todas las yemas, se echan éstas hasta llenarla. Se ata bien para impedir que se penetre en ella el aire, y se suspende con un hilo amarrado a la boca de una olla u otra vasija, llena de agua hirviendo, hasta que las yemas hayan tomado la consistencia conveniente.
Se cortan entonces los hilos y se quita la vejiga; se toma otra vejiga más grande y en ella se echan las claras, acomodando allí la yema cocida antes. Se ata por arriba, y se expone al calor del agua hirviendo hasta que endurezcan las claras, de modo que cortando las masa en dos partes iguales se pueda figurar un huevo muy grande, que enseguida se servirá con relleno de caza o ave o cualquiera otra sustancia, salsa y hortaliza que se juzgue conveniente.
Algunos sirven el huevo entero, lo que causa en la mesa una vista sorprendente.

Anónimo, El cocinero mexicano, Tomo I; México, 1831;
Colección "Recetarios Antiguos", DGP/DCP/Conaculta, 2000; pp. 26, 27, 140.

Otras recetas más tarde,

JM
Cuando partan


Cuando partan
pararé los relojes,
el del buró, el despertador,
los tres relojes que tenía ella:
el azul, el morado y el negro

me quedaré sentado
unas horas, quizá unos días

Me pondré de pie
daré una última ronda a la casa,
lavaré los trastes,
vaciaré la tina,
haré las camas.

Un tiempo después de terminar
de oir sus pasos alejarse,
limpiaré el refri,
desconectaré todos los enseres:
la cafetera, la lavadora, el micro.

Limpiaré el comedor,
dejaré todo reluciente.
Borraré el mensaje del teléfono,
borraré el disco duro del ordenador.

Después de dejar todo listo
y reluciente;
después de hacer todas las llamadas,
saldré corriendo,
desquiciado,
llorando y lamentándome.

Saldré arrastrándome,
atenazadas las piernas de dolor,
con miles de nudos en la garganta.

Saldré corriendo,
con el miedo detrás mío.

Cuando partan,
saldré corriendo
detrás suyo.

Cuando partan,
saldré tras ellos.
Mis días vacíos, grises.
Cuando partan,
moriré con ellos.

por José Hipólito

6.8.03

Remodelación

Señores, empecé la moda y la siguieron muchos. Pero ahora pocos quedan sin dar un nuevo aire a sus blogs. Debo decir que, después de la "fiesta" que hubo en mi blog [recordarán que quedo patas p'arriba], pues decidí por el cambio y la inovación.

Valganme todos los cielos, parezco anuncio de televisión, de las dos de la mañana. What ever. El punto es que está todo nuevo, nuevas cosas, nuevos colores, nuevos post, nuevo, nuevo, nuevo.

¿Por cierto, qué les pareció el poema? comentenlo, digo ya puse cómo comentar no? Lo que me lleva a: ¿Cómo es posible que teniendo 1810 visitas, nadie me haya escrito o dicho o nada? Ahí puse ya un tablero de mensajes, un link para que me dejen comentarios, actualicé el link de mi correo.

Se supone que quiero que alguien me lea, y no me entero de que me leen. Bueno sí sé que me leen, a los que veo seguido me dicen que lo leen, y les creo, pero no sean gachos, dejen un recadito o algo... snif... por favor!

Nos despedimos todos, pues tenemos que seguir con la mudanza. La tina de Bahamut es muy grande y pesada, gracias a los dioses que Deíctico nos está echando una mano.

JM/Incannus/Bahamut/Etc

4.8.03

Para un día soleado como hoy

Cuando partan


Cuando partan
pararé los relojes,
el del buró, el despertador,
los tres relojes que tenía ella:
el azul, el morado y el negro

me quedaré sentado
unas horas, quizá unos días

Me pondré de pie
daré una última ronda a la casa,
lavaré los trastes,
vaciaré la tina,
haré las camas.

Un tiempo después de terminar
de oir sus pasos alejarse,
limpiaré el refri,
desconectaré todos los enseres:
la cafetera, la lavadora, el micro.

Limpiaré el comedor,
dejaré todo reluciente.
Borraré el mensaje del teléfono,
borraré el disco duro del ordenador.

Después de dejar todo listo
y reluciente;
después de hacer todas las llamadas,
saldré corriendo,
desquiciado,
llorando y lamentándome.

Saldré arrastrándome,
atenazadas las piernas de dolor,
con miles de nudos en la garganta.

Saldré corriendo,
con el miedo detrás mío.

Cuando partan,
saldré corriendo
detrás suyo.

Cuando partan,
saldré tras ellos.
Mis días vacíos, grises.
Cuando partan,
moriré con ellos.

por José Hipólito