26.3.04

En un principio era el vacío. En él habitan un dragón y un fénix. Y en el vacío hacía un frío glacial. El fénix agonizaba pues su fuego se extinguía cada vez más. Entonces él y el dragón decidieron hacer algo. El fénix se introdujo en el vientre del dragón y eso hicieron y fue bueno. El dragón soportaba el frío. Así el fénix dentro del dragón ganó fuerza y gestaba las cosas. Y así fue por un tiempo. Hasta que el vacío fue para ellos demasiado vasto, entonces el dragón entró en un estado de ensimismamiento y frente a él apareció el ave de fuego y le mostró todo lo que había creado en su mente. Entonces el dragón loperfeccionó y juntos le dieron forma a todo cuanto habían creado.

Una vez que estuvo listo el dragón exhaló una gran llamarada que iluminó la nada y el vacío. Así tomaron existencia todas las coasas que fueron, son y serán.
Esta noche, en los países predominantemente cristianos de Europa y América, se reunirán pequeñós grupos de personas para celebrar ceremonias culturales decididamente no cristianas. Se congregarán en el cuarto de estar de un piso céntrico de la ciudad, en la habitación familiar de una casa de las afueras, en el sótano o en el ático. No tienen iglesias o capillas, tempos o santuarios donde adorar a su deidad. Allé donde se reuúnen cubren las ventanas, cierran las puertas con cerrojo, y el lugar de culto se ilumina simplemente con cirios; porque su religión es un misterio; su ritual, un saber secreto y esotérico.
Hay alguien allí. Detrás de la puerta. Puedo sentir su presencia, puedo darme cuenta del miedo que fluye de él hacia mí. Es una sustancia vaporosa, pero al fin sustancia que no logra levantarse más allá de unos centímetros del suelo. Es del color de un incienso de sándalo. Se va arrastrando con fluidez y está a punto de alcanzarme. Mientras tanto, yo en la cama no logro despertarme. Tengo miedo. Miedo de que el miedo me alcance.
Deja salir mis lágrimas
que rueden por las mejillas
como cuchillas ardientes

Deja que se destile mi sangre
en tu cuerpo
hasta que sea el veneno más puro