Otra peliculita: Amar te duele

Una vez más, señores y señoras, damas y caballeros, niñas y niños, y público en general; la pantalla grande tienen el honor de llevar hasta ustedes, bajo el auspicio de Fernando Sariñada y el frustrado ciéntifico loco, Fernando González Compeán, una versión de la más afamada historia de amor de todos los tiempos [bueno del siglo XVI para acá]. Así es una vez más ante ustedes: ROMEO Y JULIETA. Con nuevos efectos especiales de primera línea, demostrando que Altavista está a punto de irse a la quiebra y que a sariñana le quedó mucha lana de algún negocio.

Bueno basta ya de mala leche. Es una película bastante decente, siempre y cuando no se vea con demasiadas espectativas. Las actuaciones me parecen, las más de la veces, verdaderamente rescatables. Debo admitir que me senté a verla con la clara y plena intención de destrozar a la méndiga película. Tenemos el clásico error sariñanesco de pensar que la pobresa se puede reducir a tener un piano en la sala [Todo el poder], sólo que en esta ocasión resulta que un punketo-skato-del lado malo de Santa Fe es un fan jurado de la asquerosidad llamada Jaguares. Y además de eso una composición musical que en todos los casos es nefasto. Una mezcla sin sentido que le quita la gracia, poca, con que cuenta la película. Sólo el tema principal es de mencionarse, es de una chava que se llama Natalia, la cual perteneció al grupo ya extinto Jeans.

Pero fuera de todo lo anterior, es una buena película que puede verse cuando la estrenen en canal cinco algún domingo olvidado del 2020.

JM