14.10.03

Las formas imperiales y la política mexicana

Si recordamos los tiempos pasados de la "vieja" Europa, vemos monarquías que con el tiempo fueron trasformándose en nidos de cucarachas inmundas hasta llegar a la más refinada época de intrigas e hipocrecía que ha vivido el ser humano [la época actual ha hecho intentos muy meritorios por superarlo, pero me parece que aún no lo logra], la época isabelina. Sí esa donde las mujeres traían unos painados de tres metros, todos manufacturados con pelos de cola de caballo y blancos, blancos, blancos. Ah!, pero eso sí, con las tetas más afuera que nunca, la aureola del pezón asomándose por el borde el escote que mantenía los senos apretados como vagón de metro Hidalgo a las 12 de la tarde.

Debo decir que para mí, esta época me es entrañable, tan llena de intrigas, tan llena de juegos de poder, tan adorable. Siempre he visto la intriga como un juego, como un ritual de apareamiento. En el juego los cerebros se enfrentan uno al otro, sin que los músculos se muevan siquiera. Una estocada, con un comentario halagador, y la respuesta con una ironía recalcitrante, todo aderezado con un inigualable gesto de compostura inaudita. No sé, a mí se me figura como una batalla del intelecto, de la manera más torcida posible, pero al fin de cuentas gana quien mejor sabe mover sus piezas.

Total a lo que voy es que [a modo de comentario al blog de Bef]: el cardenal Sandoval Íñiguez, ha dado muestras de su inclinación hacia estas prácticas. Obviamente no hay que olvidar que la escuela del Vaticano es un lugar donde se puede hacer la carrera de la intriga y hasta el doctorado. Lo más malo de todo es que la actual política mexicana no se dá el lujo de estar a la altura de las circunstancias. Y ya lo probó Fox con Fidel y lo ha hecho en sinnúmero de ocasiones y sin desaprovechar ninguna.

Por más que el cardenal esté tratando de enredar en las intrigas a su contrincante [sea quien sea éste] no puede lograrlo proque la estupidez mayúscula de oponente no lo permite.

Triste, muy triste. Ya ni las intrigas le salen a los políticos.

JM

No hay comentarios.: