Jorge Volpi y Carlos Fuentes

Es interesante, que el día de hoy tuvo lugar la presentación del nuevo libro de Jorge Volpi, con la presencia de personalidades harto importantes en el mundo cultural y político de nuestro país. Baste decir que estuvo presente el nunca bien parado excanciller de nuestro país: Jorge G. Castañeda.

Antes de entrar en la crítica amarga y mala leche, tan de mí, quiero hacer mención de cierta peculiaridad que me atrajo cuando oía un programa de radio. El locutor dice que en algun lado del librillo, el joven Volpi [promesa tempranamente madura y por tanto echada a perder] pone a nuestro ex ex presidente, Carlos Salinas de Gortari, en el diván del psicoanalista. Esto bastó para que me acordara de la más reciente novela de Carlos Fuentes: La silla del águila. Más allá del atinado comentario de Cristina Pacheco, en que decía que parecía una novela muy al estilo de Luis Spotta; en esta novela, Fuentes propone, en una ficción que tiene lugar en un México dentro de 30 años, los haberes de la política mexicana actual. Cabe decir que también habla del sexenio de Salinas. Ergo o Carlos Fuentes escribe a una velocidad impresionante y es el amo de la máquina de escribir y logró robarle la idea a Jogito de hablar de política mexicana, o Volpi se fusiló vilmente el tema para poder atraer los reflectores ante los pocos méritos que ha logrado como agregado cultural.

Pasando a otro asunto del mismo tema. Me parece muy sintomático que la patética presentación del raboncillo [robo el término del querido Bef] Volpi, se haya centrado en las opiniones del resto de la mesa, y no precisamente sobre el libro. En una entrevista que se le hizo a Castañeda, el reportero suelta la pregunta de: ¿Y usted qué piensa sobre la firma y las decisiones que se están tomando para el problema del campo mexicano? [o algo muy parecido]. Es decir, la presentación de Volpi se convirtió en un hervidero porque estaba los inconseguibles para los medios. Porque era el lugar idóneo para llegar hasta Castañeda y cuestionarlo como el contrapunto del sistema y como el disidente del gobierno.

Y Volpi... bien, gra... ¿quién?

Volpi no ha logrado cimentar la imagen que logró crear hace unos años con la aparición de En busca de Klingsor. El cual me parece fue un intento fallido, muy, por hacer una, que podría haber llegado a ser grande, novela. No sé si el niño se dormido en sus laureles o qué ha pasado, lo que se me hace muy palpable es que el intercambio cultural entre Francia y México no ha tenido ningún cambio desde la entrada de Volpi como agregado cultural [corriganme si me equivoco], pero en cambio el señorito, con nuestros impuestos ha logrado autofinanciarse una beca para escribir otra, y parece que igualmente mala, novela.

Cabría mencionar que Jorge Volpi se asemeja mucho a Humbeto Eco. [Paren las hachas que ya me explico], Volpi tiene el potencial para ser un gran escritor como Eco, pero no tiene la madurez y creo que nunca la tendrá. Ambos tratan temas muy interesantes; los cuales están, muchas de las veces, muy elevados para los lectores promedio, por lo cual hay las explicaciones pertinentes en el texto, pero a diferencia de Humberto Eco, que logra que las explicaciones entren sin sobrar, ni interrumpir la trama, ni hacerla aburrida; Volpi provoca la anegación de su historia.

No dudo que Jorge Volpi sea una persona súper inteligente, se le ve en la cara de nerd, pero le falta un poco de terrenalidad a la hora de escribir. E insisto...

Y Volpi... bien, gra... ¿quién?

JM