28.7.03

Un gran fin de semana

—Pero para que mando algo— decía Bef, hace unas semanas, mientras yo insistía en que nada perdía con hacerlo. ahora resulta que el querido Bef, es antologado en una edición de Joaquín Mortiz.

Para celebrarlo fuimos a casa de sus padres, Alberto, Raquel, Cynthia, Flavio, Eugenia y yo; ha sido una de las tardes domingueras más ricvas que he pasado en mi vida. Desde niño he odiado un poco los domingos, por el ominoso mensaje de lunes que traen a cuesta, pero ayer, fue un día genial.

Auspiciados por el bienestar de la casa de la Jardín Balbuena, Los padres de Bef y él mismo, no recibieron con una suculenta comida estilo argentina de la más alta cumbre.

Agradezco uno de los días más placenteros de mi vida a los padres del buen Bef y a Bef mismo.

JM

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